Importancia del agua en caballos
Ignacio Castillo; Nicole Guevara; Ronny Vargas
El agua es el elemento más importante en la alimentación del caballo, ya que la ausencia de esta genera consecuencias mucho más graves e inmediatas que la privación de otros nutrientes; un consumo reducido puede generar consecuencias en el estado general del animal, en el peso y en la respuesta al desarrollo ante actividades físicas (Genoud, 2021).
El agua total contenida en el organismo proviene de tres fuentes distintas, la principal es el agua bebida por el caballo, la segunda fuente proviene del aporte a través del agua contenida en los alimentos consumidos y la tercera es el agua metabólica, la cual es producida por procesos metabólicos en los tejidos, mayormente por la oxidación de nutrientes (García, 2011).
Fisiológicamente, el cuerpo del équido pierde agua continuamente, esto de diversas maneras, como por ejemplo a través de los pulmones en forma de aire húmedo, por evaporación de la piel, con la materia fecal, y por medio de la orina, que es la principal forma de pérdida. Sin importar la forma y la cantidad de agua que se pierde por estos medios, en condiciones normales, el agua corporal total se mantiene constante, esto gracias al balance hídrico, que busca igualar las pérdidas con las ganancias de líquido (Monreal, 2016).
Alguna modificación fuera de las condiciones normales del equilibrio que se establece entre los ingresos y egresos de agua, balance hídrico, generaría una disminución en el volumen sanguíneo circulante, así como una deshidratación en los tejidos, siendo consecuencias perjudiciales para el équido.
La cantidad de agua que necesita un caballo depende de la perdida de esta por orina, heces, sudor, respiración y leche, influyendo entonces en el consumo de agua del équido, el cual se ve afectado por varios factores, tales como la edad, alimentación, trabajo físico, clima, sexo y proceso en el que se encuentre, así como a las condiciones del lugar donde habite, entre otras; de forma que el consumo de agua varía entre animales y para un mismo animal (Monreal, 2016).
Generalmente, un équido que tenga agua de buena calidad y en cantidad suficiente beberá toda el agua que necesite para satisfacer sus necesidades metabólicas. Por eso, debe suministrarse toda la que quiera y tenerla a su disposición de forma continua.
Solo hay un momento en el cual no se debe permitir al caballo beber toda el agua que quiera, y es mientras su temperatura, respiraciones y pulsaciones sean muy altas tras un ejercicio intenso. Por esto es mejor que solo beba una pequeña cantidad, continuar el enfriamiento y volver a ofrecer el agua en pequeñas cantidades hasta que normalice la sed, logrando que recupere su temperatura y respiración normal, de lo contrario, la cantidad de agua que toma puede llevarle a una perturbación llamada intoxicación hídrica (Vacarro et al, 2014).
La intoxicación hídrica o sobrehidratación es causada por una ingesta rápida de agua, lo que causa una saturación de los riñones, de modo que hay más agua en el organismo de la que los riñones pueden filtrar; este aumento del volumen circulante de agua ocasiona un descenso de la osmolaridad plasmática, lo que quiere decir que hay un flujo rápido de agua de líquido extracelular a líquido intracelular, esto provoca calambres, edema pulmonar y/o cerebral y hemólisis, así como una reducción del sodio plasmático causado por la dilución en la sangre (Parada, 1980).
Se ha estipulado que el consumo diario de agua por parte de los caballos es de al menos 5 litros por cada 100 kilogramos de peso del animal. Por lo tanto, con un caballo de 500 kilos, el consumo diario debe ser de al menos 25 litros. También se afirma que las necesidades medias de agua por día varía entre 20 a 60 litros, requiriendo que sea limpia y de buena calidad, sin contaminantes microbiológicos, químicos y físicos. Cuando se presenta un consumo menor se puede deber a bebederos poco accesibles, aguas congeladas o demasiado calientes, o agua de mala calidad (Vacarro et al, 2014).
Respecto al ofrecimiento y la forma de administración, el agua debe estar siempre al alcance y libre disposición; el balde individual y los recipientes de material que se ubican en algunas caballerizas deben ser constante revisados para reponer el agua consumida, también se sugiere que estos se encuentren a cierta distancia del piso para evitar que sea derramado o ensuciado.
Los bebederos que se ubican en potrero deben estar construidos con materiales que no se oxiden y deben permanecer limpios, también en campo las fuentes naturales de agua como quebradas, ríos o lagunas deben ofrecer agua de buena calidad y ser de fácil acceso. Por otro lado, los bebederos automáticos individuales proveen agua continuamente, de acuerdo a los requerimientos de cada équido y a la ración consumida, se debe velar por el buen funcionamiento de este sistema.
Considerando todo lo descrito, se recuerda la responsabilidad y la importancia de mantener los animales en las mejores condiciones posibles, que se encuentren libres de hambre y sed, buscando siempre el bienestar de estos, el cual refleja también un mejor desarrollo y desempeño de los équidos y sus funciones, obteniendo así resultados deseados.
Fuentes consultadas
García, L. 2011. Agua y su importancia en nutrición (en línea, sitio web). Consultado 16 feb. 2023. Disponible en https://www.engormix.com/ganaderia-carne/articulos/agua-en-la-nutricion-animal-t28705.htm
Genoud, J. 2021. El agua y la salud equina. Revista Veterinaria Argentina. Disponible en https://www.veterinariargentina.com/revista/2021/05/el-agua-y-la-salud-equina/
Monreal, L. 2016. Introducción a la fluidoterapia en équidos. Universidad Autónoma de Barcelona, España. Disponible en https://www.bbraun-vetcare.es/content/dam/b-braun/es/microsite/descarga-de-información/fluidoterapia-y-hospitalización/Fluidoterapia%20en%20equidos.pdf
Parada, R. Temas de revisión: Conceptos de fisiopatología. Monografías de Medicina Veterinaria 2 (2). Disponible en https://web.uchile.cl/vignette/monografiasveterinaria/monografiasveterinaria.uchile.cl/CDA/mon_vet_completa/0,1421,SCID%253D7296%2526ISID%253D359,00.html
Vacarro, M; Dillon, E; Fernández, A. 2014. El agua en la producción equina. Revista SNS 54 (5): 43-47. Disponible en https://www.produccion-animal.com.ar/agua_bebida/229-equinos.pdf